sábado, 18 de diciembre de 2021

Raíz de Lapacho(al fuego)

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jueves, 24 de febrero de 2011

EL CEO NO APARECE

Y ya le juraron venganza un grupo de fanáticos. No los podemos parar. Estan organizando un futuro escrache a su carpintería. Con nafta Premium? esperemos que no...

jueves, 30 de diciembre de 2010

Entrevista a Félix Villanueva CEO de TQMLC

Estuvimos recorriendo casas como es costumbre en las fiestas, para dar las felicidades y también para repartir el nuevo calendario 2011de cobros.
El día 24 a las siete de la tarde, nos topamos con la casa de Emilia Rossi, tía abuela del Co-Fundador de la empresa Félix Villanueva. Allí mismo, estaba él, recién llegado de Montevideo luego de terminar una firma de acuerdos comerciales. Bondadoso, como siempre, accedió a la charla con estos seguidores de su misión que hacemos la página.

Periodista: Ante todo es un honor Don Félix poder compartir esta charla con usted. Sepa que lo admiramos mucho. ¿Cómo anda?

Félix Villanueva: ¡Pero muy bien! Aqui pasándola en familia. Siempre me gusta volver al barrio.

P: Sabemos que estuvo en el Uruguay

FV: Sabe bien, estuve, estuve...

P: Se rumorea que abrirán sucursales allá...

FV: Son rumores...igualmente a los rumores hay que darles el lugar que tienen o no. Para ser franco no hay nada seguro. Pero puede haber novedades... Usted a los rumores téngales respeto.

P: Entonces podemos ilusionarnos con nuevas sucursales de Te Quemamos La Casa en Uruguay para el año que viene?

FV: Puede haber novedades... Pero eso no es lo más importante, el proyecto se irá expandiendo con los años, como las llamas mismas. Eso no nos preocupa. Lo interesante es fortalecer los lazos institucionales con el Uruguay y con su Presidente, persona grata y digna. Nos ha dado las garantías para establecernos cuando queramos en sus tierras.

P: Un guiño político...

FV: Más bien diría, unos brazos estirados para recibirnos en fraternal abrazo. Yo diría un gesto de confianza. ¿Sabe que pasa? Uruguay está atravesando un momento de reorganización industrial histórico, y ni hablar del panorama político. Es en este momento del Uruguay cuando la democracia está en su punto caramelo. El Congreso rebosa de diversidad y en el disenso y el diálogo crean nuevas leyes, nuevos lemas para ese gran país, tan postergado...

P: Bien, usted dice que el País está creciendo y que hay una seguridad jurídica estable que atrae inversores. Pero dígame, en confianza: además de la emergente industria de la miel de tábana. El futuro del Uruguay está en sus eucaliptos, o no?

FV: Es porque usted vine de donde viene, por conocer a sus padres y porque defiende nuestra misión que le contesto, sino sepa que no lo haría:
Se han comprado en los últimos cinco años un tercio de las tierras tradicionalmente ganaderas de Canelones, Maldonado y Rocha, para plantar árboles. Al que no compra y planta hoy en Uruguay lo tildan de salame. Se cayeron los ladrillos, eso era negocio en los 90. Antes era más fácil charlar con el Sindicato de la Construcción, comíamos asados... Arreglábamos para que pusieran pisos de parquét, que incluso era más caro al principio, así si el inquilino no pagaba los créditos, su casa ardía más rápido. Llegamos a ponerlo de moda nuevamente, como en los años 30 cuando todos los salones de té y confiterías de la calle Artigas de Montevideo eran de pinotea lustrada. El que se usa ahora es de menor calidad igualmente.
Por otro lado tenemos intenciones de estudiar el potencial de la miel de tábana, pero por el momento somos cautelosos

P: Se tuvieron que reinventar...

FV: El que no se renueva y adapta se extingue.

P: Y hoy se pasaron a la forestación...

FV: Nosotros vamos detrás de los mercados. Cuanto antes divisamos una nueva tendencia, mejor. Y fíjese que la industria forestal nos viene al dedillo para nuestro sistema. El bien es la garantía y el verdugo. Es un ciclo redondo. Pero mire, nuestro interés es el más bajo del mercado, y a parte no hay letra chica, eso al cliente le da confianza.

P: “Si no pagás a tiempo, no tendrás tiempo de apagar”

FV: Es y será siempre nuestro lema. La gente se va tranquila, con las cosas claras. No hay letra chica le repito, es así de simple y nuestros contratos no han tenido nunca más de una carilla; sencillita la cosa. No sabe cómo lo agradece la gente. Las compañías de Seguro por otro lado presionan para que el cliente pague, porque no les conviene. Lo saben...

P: Los valores institucionales son la piedra angular de una organización, lo dicen los libros. Usted Don Félix ¿está feliz con su vida?

FV: Mire, llegar a grande, conducir una empresa en donde trabaja toda mi familia. Todos a gusto. ¿Qué más puedo pedir? Además esta posibilidad de desembarcar en el país vecino que tanto quiero, me llena de orgullo.

P: Bueno, ¿confirmamos los rumores entonces?

FV: Confirme, confirme...

P. Don Félix, lo dejamos tranquilo con su familia. Muchísimas gracias por su tiempo, Felices fiestas.

FV: Querido gracias a vos, y suerte con esa página que tienen.

P: Gracias gracias, le dejamos un saludo a su socio si lo ve. Ya hablaremos con él en otro momento.

FV: Le voy a mandar. Y lo tienen que entrevistar a el también eh..

P. Lo haremos lo haremos. Felicidades!

FV: Felicidades nene!

martes, 7 de diciembre de 2010

Yo recuerdo

Yo recuerdo una tarde muy apacible en el Rodeo. Todo parecía estar muy tranquilo, incluso las voces de las dos madres que no encontraban a sus hijos. Luego se sentian por todo el barrio. Ellos estaban ahi, como lo habian hecho muchas veces, pero sin concescuencias aun. Tenian esa cosa del fuego;los atraia como las mujeres mucho tiempo despues. Ese día,la cosa se pueso brava. Escuchamos la sirena de los bomberos, y el quincho de la esquina abandonado crujía de una forma muy especial. Lo habian incendiado. No quedó tan siquiera un rastro. Despues todo salio bien y safaron, pero igual nunca dejaron de prender el sagrado fuego de El Rodeo. Tambien luego y como cosa tradicional, ayudaron los adultos.
Fueron épocas de piromaníacos que aun no sé si han desaparecido. Siempre se ve el humito de alguna fogata, que nunca se sabrá si terminará en otro quincho incendiado.

Silvia Bonanno Potro

lunes, 6 de diciembre de 2010

Convocatoria

Buenas, después de mucho tiempo aparecemos nuevamente. Mi amigo Félix me dijo que era muy lamentable que tras haber luchado tanto con varias asociaciones de Bomberos y con la tan mentada ONG "Amigos de la lluvia", de la cual no vamos a expresarnos más allá de que desconfiamos férreamente que esté organizada genuinamente por vecinos, desactivemos este medio de comunicación con ustedes. Volviendo a la ONG,según nosotros el negocio del espectáculo se ha metido en el medio.Resulta sospechoso al menos que una semana antes del reestreno de Fahrenheit 451 en la ciudad aparecieran por el centro tantos afiches de esta ONG que solo quiere desviar la atención hacia nosotros, reconocida página internacional, para crear polémica, reavivar el tema, reavivar las llamas.
No nos importa, con Félix pensamos que el fuego trasciende lemas e ideologías, asi como pancartas, propagandas, papel, cartón, etc. Asi que renovamos nuestra fe en ustedes, fraternales pirómanos, que bien pudieran estar en estos tiempos modernos fascinados con tanto videojuego tecnológico, pero aún así sienten que les falta algo, que estan incompletos, y que en el fondo de su corazón ansían enloquecerse con la vivaz flama de colores que amenaza con su calor. Con ese entretenimiento tan encayado en la escencia humana, que ha dejado una huella evolutiva a marca de yerra en nuestro genoma. Porque no es ser cavernícola seguir amando el fuego y su infinita variedad de formas y tamaños. Porque por el contrario, es ser más humano.

Por eso es que luego de esta dilatada disertación sobre nuestros principios, y en vísperas de las celebraciones de fin de año, convocamos a todos ustedes, Pirómanos y Amantes del Fuego en general, a expresar propuestas para acompañar este 2010 que se nos va, como columna de humo que se la lleva el viento, como chispa que se extingue después de impregnar nuestras retinas, como calor que se aleja para ser eterna entropía.

La gerencia

martes, 9 de junio de 2009

Festejo desmedido

HABIAN HECHO UN OVILLO MONSTRUOSO DE CINTA AISLADORA NEGRA. Lo tenían en la esquina, y un extremo se prolongaba por el piso hasta la vereda de Gustavito en forma de mecha. Las viejas del barrio habían cuchicheado desde el 20 de diciembre que era una mala idea, y le preguntaron a los chicos si no les parecía demasiado. El Pini con no más de 9 años, se la pasó ese mes desde que terminó las clases mangueando plata en las casas para comprar cohetes. Juntó como trescientos pesos, y más o menos doscientos cincuenta fueron a parar en doblemechas encintados en capas. Con lo que le quedó le compró diez cañas voladoras de las grandes, las más caras, a su hermana que le encantaban.
La gente se comenzó a juntar en la esquina, ya serían las doce y media del primero de Enero. Los recuerdo con las copas en la mano y los pibes más chicos corriendo con estrellitas prendidas. Era un gran tumulto, estaban los de las cuatro cuadras ahí, que horror. Recuerdo que llegué tarde a ver el espectáculo, me había llamado Juani desde Piriápolis, hablamos como media hora. Le dije que sí, que este año los pibes de la esquina habían hecho un muñeco peculiar de cuatro metros, hasta a él le pareció mucho. Escuché la primera bomba, un par de metralletas y salí a la calle. Después fueron gritos desesperados, pelos encendidos y desde media cuadra olor a goma quemada.
Luego, era ya de día en una camilla de Bomberos. Me dijeron que se había salvado el perro de Gustavo, pero que no sabían cómo.

viernes, 30 de enero de 2009



LITEROPIRIATURA

Nos llega desde La Plata barrio Bellas Artes, este texto de Juan Ignacio Sosa. Sujeto a jurado. Animensé que los vamos a ir mostrando.




El pirómano


Cuentan los más viejos del barrio que cerca de la avenida Montenegro vivía un pirómano. La piromanía es una patología y, como tal, puede ser detectada por ciertas conductas extrañas. Del viejo supieron inmediatamente que era pirómano por la forma que tenía de llevar la antorcha las noches de luna llena. Fuera de sí, en un estado de enajenación comparable con el de un taxista luego de sesenta y cuatro horas ininterrumpidas de trabajo, camina el viejo loco por la avenida agitando la antorcha con llamas de casi dos metros de largo, rojo furioso tanto como el de sus gestos de la cara cuando junta diarios y cartones y los acumula en la vidriera del primer supermercado chino que se le cruce. No se cree que sea xenófobo, pero con seguridad y argumentos válidos, odia a los orientales. El origen de este odio puede rastrearse allá por los años ochenta, cuando frecuentaba todos los mediodía un restaurante chino (o coreano, vaya a saber uno). La comida era exquisita y los precios módicos, y por ello no tardó dicho restaurante en llenarse de comensales. Paralela y aparentemente sin tener conexión alguna, en el barrio los perros vagabundos desaparecían como chupados por un agujero negro a medida que la fama del lugar crecía. Como siempre que el hombre mete mano en la naturaleza tiende a hacer cagadas, los perros vagabundos comenzaron a escasear. Y los chinos (o coreanos) del restaurante no tuvieron mejor idea que raptar a los ropes de las casas vecinas. Primero fueron los perros grandes, y al viejo de nuestra historia no le importó, porque él tenía un perro chico. Luego fueron los medianos, y al viejo tampoco le importó, hasta que sí le importó porque los perros que desaparecían eran los pequeños, y una noche de verano un grupo comando secuestró a su pequinés. Al mediodía siguiente sirvieron unas milanesas muy pequeñas acompañados de puré de batata. Demás está decir que el restaurante fue incendiado y junto a él los chinos (o coreanos o taiwaneses) que lo regenteaban.

La moda de dichos lugares acabó con los noventa, dando paso a la llegada de los supermercados (omitimos aquí el advenimiento de las tintorerías por considerarlas frívolas e ignífugas). En fin, los supermercados proliferaban estableciendo un vaivén cotidiano en la economía del país. Y justo vinieron a establecerse a quince metros de la casa de nuestro viejo justiciero. Nada hubiera sucedido si esa mañana Liu (tal el nombre) le hubiera cambiado el yogur que el viejo había comprado unos momentos antes. Con fecha de vencimiento en regla, el yogur contenía gran cantidad de gorgojos y ladillas, insectos que nacen por generación espontánea, producto de la rotura de la cadena de frío que debe tener el lácteo. El chino a los gritos le decía que no se lo iba a cambiar. El viejo, terco también, le decía que le iba a romper los dientes. La discusión llegó a su punto más álgido cuando el chino llamó a sus compatriotas que, de muy mal humor, se levantaron de sus camas ubicadas arriba de las cajas de galletitas Bagley, y el viejo, ofendido por la intimidación, decía a grito a pelado comunistas de mierda, ya van a ver. Esa misma noche, todavía cegado por la ira que lo había acompañado todo el día, compró en la estación de servicio veinticinco mangos de nafta súper y diez de gas-oil, y treinta y siete botellas tipo porrón de cerveza. Pacientemente armó las bombas molotov en su casa, mientras recordaba a su perro ya desaparecido y el yogur que nunca pudo comer. Escapa a las palabras pero no a su imaginación, lector, y figúrese que no sólo el supermercado ardió, sino que toda la manzana se incendió; el calor y el humo llegaron hasta San clemente, mientras el viejo veía desde la vereda de enfrente y riéndose a carcajada limpia, cómo se incendiaba todo, incluyendo su propia casa. Hasta ahí su historia; nada más sabemos excepto que deambula las noches de luna llena con su antorcha en la mano, en busca de restaurantes que secuestran y cocinan perros o supermercados que apagan las heladeras y son reticentes al momento de cambiar un yogur o una leche que fue cruelmente cortada.






LITEROPIRIATURA

Primer envío sujeto a jurado, por Pablo David Fernandez (nuestro primer seguidor)

Fuego

Hace unos años atrás, en una de esas noches de verano que en el pueblo no se puede hacer más que dedicarse a dormir o a sentarse a contemplar las estrellas brillantes que nos indican la existencia de algo más basto e incomprensible, hicimos una de las pocas cosas que sabíamos. Encendimos un fuego, arrimamos unos troncos, unas botellas y nos pusimos a discurrir en las típicas charlas sin sentido tan filosóficas que estábamos acostumbrados. Cuando de golpe cuando Pepito se levanto para poder orinar en unos metros más apartados, el tronco en el que estaba sentado rodó y fue a parar a la improvisada hoguera. Lo que sucedió a continuación nunca supe como fue, son esas cosas irreales que solo uno cree que pueden pasar en una película o en una de esas brillantes novelas escritas por algún gran best seller, pero ver las llamas de golpe como se revolotearon en millones de chispas parecidas a las millones de estrellas que nos cubrían, el sentir el calor del fuego, ver las llamas como rodeaban el tronco de golpe, intentando abarcarlo por completo en un abrazo casi hipnótico y de a poco comenzándolo a consumir, nos dejo a todos sumidos y absortos contemplando esa maravilla primigenia que es el fuego.

No podíamos más que mirar las llamas y así estuvimos, sin decir palabra por largo rato y vimos como las llamas con su abrazo lograban consumir de a poco a ese tronco. De golpe levante la vista de las llamas y no se me ocurrió decir nada más que “Genial”. Comenzamos a reír a carcajadas sin dejar de ver el tronco arder y cada vez reducirse más, entre las risas y las bromas comenzamos arrojando más ramas al fuego, no queríamos que disminuyera esa maravilla que nos unía y hermanaba como ninguna otra cosa, así que cada uno contribuía con lo que había a mano, es obvio que para esto ya varias de las botellas estaban vacías y nos llevaban a no querer alejarnos demasiado de la posición que teníamos, por eso puede ser que a continuación comenzamos a arrojar lo que teníamos cerca, que de ramas ya no tenían nada; pasto, piedras, tierra, otro de los troncos que servía de banco, las etiquetas arrancadas de las botellas, las tapitas, los corchos, otro “banco tronco” y otro y otro…. y esa hoguera pequeña que había comenzado como excusa para la charla y las botellas, empezó a crecer y conformarse en una gran hoguera de proporciones casi épicas. Así que ya embriagados, y no tanto por el alcohol ingerido, sino por eso tan hipnótico y primitivo que es el fuego, comenzamos a dejarla crecer con cuanto había en rededor, algunos nos colgamos de alguna que otra rama de un pobre árbol desprevenido. Buscamos troncos secos, alguna que otra “torta” seca de bosta, pasto seco y verde, una escoba que aún tenía algunos días más de barridos, y todo aquello cuanto iba quedando a nuestro alcance. Pepe arrojo un estampita que guardaba en la billetera, Fran siempre tan sensible, y dueño de la casa, quemo una cucha de perro vieja que la pobre perra de la familia ya no va a poder seguir utilizando, yo arroje cuanto papel acumulaba en la billetera.

Fue algo de verdad tan sencillo y sublime, sentir las llamas consumir todo y en medio nosotros reírnos y disfrutar el espectáculo, verlas tomar y alimentarse de cuanto tirábamos para seguir creciendo. Fue algo liberador, nunca lo hablé con el resto de mis “hermanos de fuego”, pero con esas llamas y troncos y papeles quemados, devorados, reducidos a más que polvo y cenizas también se fueron muchos problemas que tenía, me sentía aliviado, feliz, alegre, vivo, con energías, después de ese día siempre estoy preparado, listo para oír el llamado de las llamas y dejarme llevar por su baile sensual.

miércoles, 28 de enero de 2009

LITEROPIRIATURA

Se abre el nuevo concurso al mejor relato fueguístico.

Bases:
*hasta 1000 palabras
*letra Arial/Verdana/Tahoma a simple, doble o quintuple espacio espacio
*Presentación hasta el 1 de Marzo de 2009
*los premios no se decretarán vacíos

Premios:
*1er Premio: 10 litros de Kerosene marca Spécial en lata y 15 metros de mecha lenta.
*2do Premio: 5 litros de alcohol metílico y 10 metros de mecha lenta.
*Menciones especiales: 1 encendedor metálico con el logo de TQLC®.

Nota: en lo posible acompañar fotografía.
Nota2: remitir relato a: rodrojg@yahoo.com.ar o a felixvillanueva@gmail.com de 14 a 19.35 hs
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viernes, 23 de enero de 2009

Punta del Diablo 2009


El amigo Rodro en la noche en que las llamas a punto estuvieron de incendiar la cabaña. Esa noche se quemaron no menos de 100 kilos de leña

miércoles, 14 de enero de 2009

La Vieja estación de Villa Esperanza, Huesca

SECCION CORREO DE LECTORES
Esta es una carta que nos envía José, desde España

Hola amigos de tequemamoslacasa, les cuento que estoy conmovido con esta nueva moda de quemar cosas. Me siento mejor sabiendo que en otras partes hay gente como yo, que hace de esto un estilo de vida y que no esta loco. Gracias!
Esta es la vieja estación de trenes de mi pueblo en Huesca. Sucede que el maquinista mucho tiempo luego que cerraron el paso de trenes, se quedo a vivir. El tipo era muy sucio, vivia borracho. Bueno el hombre ha fallecido el mes pasado de un paro cardiaco, asi que con los colegas del barrio organizamos esta quemada. Se ve bien no? Les cuento que hubo quejas y estan buscando a los responsables, el alcalde dijo que iban a usar el predio para hacer un multideportivo municipal, y eso es mentira, porque no hubo en Huesca cabrón mas hijoputa y corrupto como ese Alcalde, y sabemos que no iba a hacer nada. Asi que le hicimos un favor a la comunitát y limpiamos el galpón de cuajo. Espero que les guste la foto, esta tomada de lejos pues el calor era bastante. Un Abrazo grande a todos los "fueguistas" de Argentina, me han contado que es una bella tierra, quiza un día podamos hacer una reunion todos los fueguistas!!
José Bartolo Albinagarás

sábado, 10 de enero de 2009

Empezá a pagar, porque no habrá tiempo para apagar...